MI VISIÓN DE EUROVISION

Columna de opinión basada en la pasión que siento por el concurso, aderezada con unas gotitas de ironía, una pizca de acidez y puñados de diversión, que se actualizará diariamente abordando desde los temas de más rabiosa actualidad en el micromundo del Certamen Europeo, hasta los momentos inolvidables de la historia del Festival de la Canción.

27 febrero 2014

ISRAEL 2005


¡¡¡Shalom Shalom queridos eurolectores!!!

El destino es sabio y ha querido que coincida la publicación de mi Top 23 de la historia con el aniversario de un gran amigo que tiene esta canción su Top 10 histórico del festival, así que cuando lea la entrada quiero que sepa que va dedicada a él de forma especial.

Una vez dicho esto quiero hablaros del mejor Israel que tenemos en el certamen. Un país que suele tener un gusto exquisito aunque en el currículo sus manchones también sean considerables; pero centrémonos hoy en un tema mágico, una declaración de sentimientos vestida de gala, como la artista que lo interpretó.

Israel había perdido el rumbo desde la victoria de Dana Internacional en 1998 y su ilógico top jugando en Jerusalén al año siguiente. Los dos miles no habían comenzado nada bien para este país de oriente medio que le interesaba (e interesa) ser más europeo que asiático, ya fuera con KDAM o sin él. Así que para el año 2005 la IBA replanteó una preselección abierta tras tres años de elecciones internas.

El 2 de marzo del año que se cumplían las bodas de oro del concurso 14 aspirantes tomaron parte en la gala de elección de la candidatura que representaría al país judío. El modo d elegirlo era con cuatro jurados regionales (40%), el público congregado en el plató (10%) y el televoto (50%).

En una dura lucha con uno de los cantantes y compositores más importante del país, creador también de Diva, Tzvika Pick, la joven Shiri Maimon se alzó con el premio de viajar a Kiev para el despertar de la nación ex soviética a Europa tras recaudar 116 puntos y ganar el voto de los telespectadores de forma sobrada.

La bella israelí de veinticuatro años y natural de Haifa se había dado a conocer un par de años antes, en la primera edición de Kokhav Nolad (Pop Idol), donde fue segunda al igual que Harel Skaat al año siguiente. Y que ganó Boaz Mauda en su quinta edición y la representante para este año, Mei Feingold, fue bronce en la sexta entrega.

Tras sacar aun primer single a la luz en 2004 y un año después se atrevió a llevar a cabo la titánica tarea de ser la abanderada del país mediterráneo en Ucrania. Para ello cantó Hasheket shenish'ar (El silencio que permanece).


La dulce balada cargada de comedido dramatismo y exquisita juventud lució como un pulido diamante en la portentosa voz de la artista, que fue arropada por un coro de tres voces, un pianista y un guitarrista que ofrecían un armónico conjunto clásico acorde a la sobriedad de la balada.

Un relato musical que aborda el desamor y la soledad que deja la ruptura de una relación en la que se sufre porque ya no hay vuelta atrás, siempre contada desde un punto muy poético.

Personalmente creo que la clave del éxito de la propuesta estuvo en la ELEGANCIA de la propuesta escénica, en la cual destaca el vestido que lució la solista, que podría considerarse que está entre los dos o tres mejores de la historia del certamen. Tanto la combinación de colores como el corte y la forma de ajustarse como un guante al esculpido cuerpo que tenía la Maimon. De ello se aprovechó la realización y jugó con una pieza que quita o da más puntos de los que pensamos, y que seguro que hizo pensar a muchas espectadoras: "Yo quiero uno... Ojalá y tuviera ese cuerpo" ;D 


Durante la semana de ensayos se celebró el día nacional de Israel, y la delegación del país se trasladó a un lugar emblemático de la capital ucraniana para celebrarlo delante de los medios de comunicación que se hicieron eco del pequeño acto homenaje.

En una escena que parece que es el horizonte de una playa donde se difuminan el mar y el cielo en una delgada línea azul con estrellas, que acunan a la noche que contiene el silencio del que habla el título, lució sus dotes artísticas la curvilínea cantante que tenía dos poderosas razones para conquistar a mucha otra parte del público. Pero en la semifinal solo pudo ser séptima actuando en ese mismo lugar. Sumó 158 puntos y tres doces de Mónaco, Bielorrusia y Andorra, curiosamente usando jurado los dos Principados.

Mientras que en la final subió a la cuarta plaza aun habiendo perdido 4 votos. Así que actuando en el puesto undécimo de la lista, tras España y su Brujería, consiguió mantener casi al completo toda su puntuación de dos días antes. No obstante solo permaneció intacta la máxima votación de Mónaco, pero superó en la gran final a Moldavia, Noruega, Dinamarca, Hungría y Croacia. 

Recuerdo como en el "Behind the scenes", que viene incluido en el dvd de la edición, Shiri y sus coristas se comportan como carpeteras dándolo todo y chillando como locas durante todas las votaciones.


Finalmente, y habiendo pasado nada más que nueve años desde que llegó a nuestras vidas, esta representación ha experimentado uno de los hitos más difíciles de obtener, ni más ni menos que convertirse en un clásico del festival.

Eurobesos para todos y mañana comprobaremos si es verdad que Islandia 2009 debió de ser la ganadora de 2009 frente al sobrevalorado Alexander Rybak. 

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