MI VISIÓN DE EUROVISION

Columna de opinión basada en la pasión que siento por el concurso, aderezada con unas gotitas de ironía, una pizca de acidez y puñados de diversión, que se actualizará diariamente abordando desde los temas de más rabiosa actualidad en el micromundo del Certamen Europeo, hasta los momentos inolvidables de la historia del Festival de la Canción.

18 marzo 2014

REINO UNIDO 1994


Buenas tardes queridos eurolectores,

Con la presentación del tema ruso y el austriaco hoy, ya conocemos las treinta y siete propuestas que pasan a engrosar la lista de canciones que han participado en el Festival de Eurovision, las cuales hacen un total de 1.356 canciones eurovisivas.

Pero nosotros tenemos que centrarnos en la que hizo la número 682. El tema del Reino Unido titulado Lonely symphony (We will be free) [Sinfonía solitaria (Seremos libres)], con el que intentarían ganar tras quedar dos veces consecutivas segundos detrás de Irlanda en 1992 y 1993.

La trigésimo novena edición de Eurovision se celebraba por segundo año consecutivo en Irlanda y no sabrían que batirían su propia marca con la tercera victoria continuada del país esa misma noche. Tuvo cita el 30 de abril y fue la última vez que el ESC fue organizado en ese mes, pues desde 1995 siempre se ha desarrollado en mayo.

La cadena de televisión británica seleccionó a una artista desconocida para el gran público pero que llevaba haciendo carrera desde doce años antes, cuando dio sus primeros pasos en 1982 con diecisiete años. Aunque se consolidó, tras su paso por el festival, como actriz de musicales llegando a ganar hasta un premio "Tony" a la mejor actriz protagonista por los Los Miserables, en aquellos momentos en que la BBC optó por ella era una joven con la mayoría de edad recién cumplida que quería hacerse grande, hasta el punto de que un medio de comunicación le preguntó durante sus estancia en el certamen: ¿Por qué has decidido participar en Eurovision Song Contest? Respondió: Por que como ninguno de los cuatros estados que conforman el Reino Unido (Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte) se han clasificado para el Mundial de fútbol de EE.UU 94, es mi responsabilidad intentar restaurar un poco el orgullo nacional.

Ciertamente, ya hemos vivido otras situaciones en las que artistas han respondido con contestaciones del estilo a los medios, y lo como la boca es lo más castigado del mundo luego se han caído con todo el equipo; recuerdo a Lydia respondiendo a RTVE en Jerusalén y menospreciando el triunfo de Dana International y su valía como mujer, o la estúpida Severina con sus aires de Diosa siendo una cabaretera balcánica adicta al porno. Y como la justicia divina ha de aparecer antes o después, a Frances se la puso en sitio aquella noche en la que quedó 10ª con 63 puntos a pesar de ser la absoluta favorita para ganar. No caló entre los jurados con su temazo y fue votada por 16 países pero siempre con puntuaciones inferiores o iguales al cinco, exceptuando los dos ochos de Portugal y Suiza. 


El 18 de marzo se celebró la final nacional en los estudios centrales de la compañía de radio televisión del Reino Unido en Londres. Allí la Ruffelle presentó ocho temas, siendo superior por encima de todos el ganador que obtuvo 99.946 (casi cien mil llamadas) del televoto, y treinta mil más que Sink or swim (Húndete o sal a flote). Así que la canción que se cantó en último lugar sería la que saltaría de isla a isla y lucharía por triunfar en el show musical más popular de Europa.


Una vez metidos de lleno en la actuación que valoramos, la del propio concurso, hay que reconocer que el coro fue de matrícula "cum laude", uno de los mejores de la historia por no decir claramente que es el mejor y desmerecer al de Rusia 1997 o Islandia 2009 por poner un par de ejemplos. Estaba compuesto por tres voces de color Jay Hentry, Shirley Lewis y Jay Ray Ruffin, que cubrieron la peculiar voz de Frances Ruffelle.

En el skyline de la Dublín futurista que simulaba el sencillo escenario brilló un tema que no estuvo especialmente cuidado por la orquesta y que pierde mucho con respecto a la versión estudio. Lo que sí brilló fue el afán de la solista de parecer ganadora con su corona de laurel en oro blanco y diamantes, y su vestido con los colores de la bandera británica en terciopelo granate y con un lado gigante en su parte trasera en azul y blanco; sinceramente me recuerda un poco al estilo de indumentaria de Cristo y es que tiene un regusto muy "easter" (Semana Santa), incluso con sus posturas del puente como si rezara en una iglesia.


Quizá por ir de favorita, o quizá por ser demasiado pretenciosa fue castigada al ostracismo de ser quien cerrara el Top 10, un país que su peor posición era un 13º puesto en 1987 y un 11º en 1978, y tras ello el décimo de este año junto al de 1991 y 1995, siempre antes de su debacle a partir del año 2000, claro está.

La letra de este himno adelantado a su época, como le sucedió a Vrede de Países Bajos un año antes, según un análisis íntimo y personal, es un canto a la libertad, la esperanza mediante la confesión de los pecados. Con la primera estrofa te invitan a entrar en el confesionario y liberarte de tus cargas y refugiarte en la figura de la religión como método para encontrar tu camino en la vida, unirte a los que sienten como tú para no sentirte sólo en la vida, no interpretar una sinfonía solitaria.

Espero que os haya gustado la entrada y sobre todo la interpretación libre del texto que acompaña a la canción. Eurobesos para todos y mañana la medalla de bronce del Eurofestival. Top 3: GRECIA 1991. Podríamos titularla "La destrucción de una gran favorita". 

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