MI VISIÓN DE EUROVISION

Columna de opinión basada en la pasión que siento por el concurso, aderezada con unas gotitas de ironía, una pizca de acidez y puñados de diversión, que se actualizará diariamente abordando desde los temas de más rabiosa actualidad en el micromundo del Certamen Europeo, hasta los momentos inolvidables de la historia del Festival de la Canción.

21 marzo 2014

SUECIA 2012


Buenas tardes queridos eurolectores,

Ha llegado el día, después de un largo camino que comenzó allá por junio del año pasado y en el que se ha producido algún parón que otro, de presentar mi candidatura eurovisiva favorita de todos los tiempos, la más grande entre las grandes, el Waterloo del siglo XXI, una canción que ha hecho que se rompa el molde y se hayan destrozado los esquemas de Eurovision haciendo que desde 2012 haya un retroceso en las propuestas.

Va a ser muy difícil recoger todas las sensaciones que transmite este show que planteó la artista sueca que lo defendió; que en este caso va más allá del ser una mera cantante, sino que realmente es una arquitecta audiovisual con dotes de para la escultura escenográfica y pintura vocal; pero voy a hacer todo lo posible por llegar a transmitiros las emociones y sentimientos que evoca en mi interior y en el de cualquier persona con sensibilidad artística, como es la que disfrutáis cada uno de los que me leéis.

La joven Loreen, de nombre de pila Lorine Zineb Nora Talhaoui, tenía nada más que 28 años cuando pisó el escenario del Melodifestivalen en Estocolmo y de Bakú para Eurovision, es decir, que era una persona con una corta experiencia y trayectoria musical como para tener tan claro todo lo que deseaba crear y el arte que pretendía mostrar, según palabras de ella misma a las webs eurovisivas en su camino a Azerbaiyán. Todo esto es lo que la hace parecer mucho más mayor de lo que es, pues su coco tan bien amueblado y su disciplina de trabajo están muy por encima de la media, incluso rozando el exceso, hasta el punto de que vendan una imagen de ella con la de una mujer altiva, soberbia y bastante inaccesible a una gran mayoría de eurofans que no tienen el gusto de conocerla, pero que no es así para nada según los que sí han tenido la posibilidad de tratar con ella en la intimidad.

Loreen es hija de padres marroquíes aunque nació en Estocolmo y pasó la mayoría de su vida en la céntrica sueca ciudad de Västerås. En el año 2004 participó en la primera edición del Idol quedando cuarta tras ser eliminada en la octava semana de concurso, tras ello lanzó un single que no tuvo excesiva repercusión y después continuó dentro del mundo de la televisión dirigiendo diversos programas. Pero como el destino es sabio y da segundas e incluso terceras oportunidades, el 12 de febrero de 2011 participó en el Melodifestivalen 2011 con My heart is refusing me (Mi corazón me está negando) quedando en cuarta plaza en su semifinal, la segunda del año, y pasando con ello a la gala Andra Chansen, en la cual fue eliminada y sin opciones de pasar a la gran final que ganó Eric Saade con Popular.

Ciertamente su tema aspirante ese año era bueno pero no lo suficiente para ganar la selección nacional sueca, así que durante el verano se puso manos a la obra con una propuesta que le había hecho el reconocido compositor Thomas G:son, que había creado Euphoria (Euforia) junto a los pequeños retoques y arreglos en los que había tomado parte Peter Boström. Por cierto no sé que me pasa pero ya no soy capaz de escribir esta palabra en castellano sin que me suene extraña de lo asimilada que tengo la nomenclatura en inglés jojojo...

Desde que nacieron las primeras notas de Euphoria, los autores sabían que iba a ser un tema muy especial y que tenía halo de ganador. Es más, cuando Loreen lo escuchó, supo que estaba creado para ella y se enamoró tanto que comenzó un proceso de adaptación dando ideas que pudieran adecuarlo a sus posibilidades vocales tan portentosas y personales.

Una vez hecho esto se presentó la creación a la SVT y al jurado que seleccionaba las canciones del certamen. Por supuesto pasó el corte y se coló entre las aspirantes a ganar a Melodifestivalen. Christer Björkman y su ayudante tenían claro que sería un bombazo de canción pero nunca pensaron que podría reventar el panorama musical de la actualidad de ese modo. Eso se debió a las dotes escénicas de la bereber, que se marcó una puesta en escena que parecía un videoclip en directo, en la cual profundizaremos unas líneas más adelante.  


El primer sábado de febrero de 2012 tuvo lugar en Växjö la primera semifinal del Melodifestivalen, en la que cerraba el desfile musical de la noche, actuando octava, Loreen con un tema que al oírlo en la web la víspera a que se realizara el programa ya sonaba a temazo. Pero el shock vino cuando vimos el planteamiento escenográfico que había ideado la niña; en el cual no existía escenario con el que distraer la atención de su canción y su interpretación, sino que con todo a oscuras y una realización sobresaliente nos dejó petrificados mientras asimilábamos que estábamos ante la ganadora del certamen sueco, el europeo y todos los éxitos mundiales habidos y por haber, porque nunca habíamos visto, ni siquiera intuido, que algo así se pudiera hacer y exponer a la máxima potencia.

Se escapaba a la creatividad e imaginación del eurofan medio el proyecto titulado Euphoria que una chica apenas conocida estaba llevando a cabo; aunque que se sabía desde año anterior que ella era muy especial. Obtuvo 160.351 llamadas en esa gala, 78.121 en la primera ronda de votos de donde salían los cinco finalistas para repartirse entre la finalen y andra chansen, y otras 82.230 en la segunda ronda, aunque no batió el record de Carola con Invincible en su cuarta semifinal de 2006 ni algunos otros más.

Se perfilaba como absoluta favorita para ganar el día 10 de marzo en el Globen Arena, la última vez que acogería la finalen hasta la fecha. Y actuando en sexto lugar recibió 114 puntos de los jurados internacionales que la dejaron en primera plaza, seguida por Danny Saucedo y Amazing (Sorprendente) con 92. Los votos fueron los que se muestran a continuación:

Bélgica: 6 puntos
Estonia: 12 puntos
Chipre: 12 puntos
Reino Unido: 6 puntos
Bosnia & Herzegovina: 12 puntos
Francia: 10 puntos
Ucrania: 10 puntos
Malta: 10 puntos
Alemania: 12 puntos
Irlanda: 12 puntos
Noruega: 12 puntos

La barbarie numérica vino cuando se comunicó que se habían producido 2.053.432 llamadas, que 458.388 fueron para Danny Saucedo, el segundo clasificado, y que un 32,7% del total había sido para Loreen con 670.551 votos telefónicos superando con ello a las 492.000 de The Ark en 2007 y batiendo el record histórico. Hay que ser conscientes de que hablamos de cifras astronómicas, con dígitos que rondan los tres cuartos de millón, mientras que en otros países se reciben menos de diez mil. Este hecho que no superaba el de Alexander Rybak con 747.888 apoyos en el MGP 2009, y que ostenta el primer lugar de los ganadores de preselecciones.

Dichos resultados pueden extrapolarse también al Festival de Eurovision, pues el noruego tiene la marca más alta de puntos de la historia con 387 en total frente a los 372 de Loreen en la gran final, y los 201 del chico frente a los 181 de la niña en la semifinal; pero la sueca le gana el número de máximas puntuaciones en la final con 18 doces frente a los 16 del niño del violín. 


Loreen viajaba al Cáucaso Sur con el respaldo absoluto del pueblo sueco, de los eurofans europeos y de los contrincantes de la edición. Pagándose en las apuestas a unos precios bajísimos sin precedentes y atemorizada por unas abuelas rusas que podían hacerle una jugarreta y robarle la merecida victoria, dejando en un tercer plano al repetidor y favorito serbio Zeljko Joksimovic.

Fue un año duro en el que Suecia actuaba el puesto 11 de la segunda semifinal, sin las abuelas de Buranovo acechando porque les tocaba luchar en la primera. Loreen recibió 181 puntos de 240 posibles. La puntuación más baja fue un 5 de la maligna Turquía, un 6 de la desconectada Francia, 7's de Ucrania, Bielorrusia, Bosnia & Herzegovina y Serbia, 8's de Malta, Reino Unido y Macedonia, los dieces de Bulgaria, Eslovenia, Portugal y Lituania, y las máximas de Eslovaquia, Países Bajos, Noruega, Estonia, Georgia y Alemania.

Y todo eso con una actuación que no estuvo a la altura de la realizada en el la final de Melodifestivalen y que fue mejorada de cara al sábado 26 de mayo. 


Con la cantidad de recursos y posibilidades que ofrecen los escenarios de eventos televisados en la actualidad, la controvertida y tímida cantante eligió apostar por el menos es más. Minimalismo y sobriedad se combinan en una actuación que parece un clip producido en directo y que tiene reminiscencias de Frozen (Helado) de Madonna. Con su mono negro y una bata de hilo de seda con dibujos orientales se marcó una clase de tai-chi envuelta en misterio y oscurantismo. Con sensación de naturalidad en la estética del maquillaje, el peinado, descalza y sin adornos que la complementen, baila una marcada y estricta coreografía con euforia y pasión.

Tras el puente aparecen los dos elementos visuales que engrosan la actuación, la nieve que otra vez da sensación de naturaleza, libertad y frío, acorde al videoclip real que se grabó del tema con ella sola en medio de un bosque frondoso y el rocío de la lluvia. El segundo activo sorpresa es el bailarín Ausben Jordan, que hace el papel de sombra de la artista y que la eleva de modo eufórico, por encima bien y del mal, en sus minutos de espectáculo. 

Las tres coristas situadas en la penumbra dando apoyo a una imponente Loreen eran Britta Bergström, Monica Starck y Johanna Beijbom, seleccionadas por sus colores vocales y la capacidad de empaste con la voz de la que posteriormente sería una estrella internacional.


Para la actuación sueca, que salió a escena en el puesto mágico, es decir el 17 de la gran final, se usaban dos steady-cam, tipo de cámara que son las que lleva el camarógrafo con sujeción a su cintura y con un asistente que le acompañe para estar equilibrado. Al final fue un encaje de bolillos en directo para realizar el tema y que quedara perfecto era de ejecución compleja, hasta el punto de que la realización del ESC no estaba a la altura de la propuesta que había producido la SVT en la semifinal y final nacional de marzo, y Christer Björkman y el equipo que conformaba su delegación tuvieron que luchar mucho durante los ensayos para obtener resultados... que finalmente se consiguieron. El motivo de esto se debe a que se pasó de usar cuatro cámaras de ese tipo en Suecia frente a las dos del concurso.


Respecto al vestuario hubo cambios hasta que se decidió que sería el mismo que llevaba en Estocolmo, ya que a la bata china que lucía Loreen se le añadieron hileras de flecos negros y largos que dieran sensación de movimientos cuando ejercitara su baile, pero tras usarlo en los ensayos individuales se comprobó que un estilismo tan recargado hacía que el espectador perdiera conciencia y concentración, así que al personal encargado de ello se le solicitó que deshicieran lo hecho y se retiró la parte casi absoluta de esos hilos. Bajo mi punto de vista fue muy acertado el cambio pues le restaba naturalidad y comodidad, al igual que con su pelo, que en Eurovision estaba menos cardado y estropajoso que en el MF, y con su maquillaje más cuidado a pesar de ser neutro y básico.

Una anécdota muy curiosa de esta participación fue que en jury rehearsal en la víspera de la final Loreen se atragantó en el puente con un copo de la falsa nieve que caía en la puesta en escena, con lo que tosió en ese instante y saltaron las dramáticas alarmas de los eurofans que ya afirmaban que con ese detalle acababa de perder el trofeo de cristal jojojo

Otro aspecto de la candidatura que es fundamental, y que apenas se conoce, es la letra de la canción. Cuando uno escucha Euphoria sabe que el título va de un subidón, pero en lo que está errada la mayoría de la gente es en que el subidón no viene derivado de bailarla, ni siquiera de estar enamorado de alguien, sino que surge de consumir determinada sustancia opiácea de la familia del cannabis según nos hemos enterado hace unos días. Y la verdad es que si analizas la letra tiene todo el sentido del mundo. Os la traduzco en las siguientes líneas para que juzguéis vosotros mismos:

Euforia

¿Por qué? ¿Por qué este momento no puede durar para siempre?
Esta noche, esta noche la eternidad es una puerta abierta
No, no pares de hacer las cosas que haces
No te vayas, en cada respiración que doy te respiro a ti

Euforia
Por siempre, hasta el final de los tiempos
Desde ahora, solos tú y yo
Vamos arriba…
Euforia
Una eterna pieza de arte
Un amor latiendo en mi corazón
Vamos arriba…

Estamos aquí, todos solos en nuestro propio universo
Somos libres, allí donde todo está permitido y el amor es lo primero
Por siempre y para siempre, juntos, navegando en la infinidad
Y vamos subiendo, subiendo, subiendo, alcanzando el ser divinos

Euforia
Por siempre, hasta el final de los tiempos
Desde ahora, solos tú y yo
Vamos arriba…
Euforia
Una eterna pieza de arte
Un amor latiendo en mi corazón
Vamos arriba…
Por siempre navegando en la infinidad
Vamos subiendo, alcanzando el ser divinos
Euforia… Euforia…
Vamos arriba…

Euforia
Una eterna pieza de arte
Un amor latiendo en mi corazón
Vamos arriba…
Euforia… Euforia…
Vamos arriba…

Como observáis, se ve claramente el mensaje al realizar la traducción, aunque de forma muy subliminal que no entendió casi nadie que vio Eurovision aquel día, ni siquiera nosotros los eurofans. Ciertamente la letra suele ser innecesaria a la hora de que un tema le entre al oyente a la primera o no. La ventaja de no saber esto que os estoy descubriendo ahora mismo es que no vivió el proceso de participación con la sombra de la polémica encima de la candidatura... Aunque tampoco sé, ni sabremos nunca, hasta que punto esto hubiera podido afectar a la virtual ganadora.


Y es que esta posible ganadora cambió el adjetivo a fehaciente cuando durante la hora de las votaciones sumó 372 puntos con los dieciocho doces, citados anteriormente, de Bélgica, Austria, Francia, Reino Unido, Eslovaquia, Países Bajos, Islandia, Noruega, Estonia, Dinamarca, Letonia, España, Finlandia, Alemania, Rusia, Hungría, Israel e Irlanda. Mientras que la abstraída Italia fue la única que no le dio ni un punto a la magnificente triunfadora, junto a los ridículos 3 votos de Portugal y San Marino... Luego nos preguntamos porque a estos países les va a sí en el concurso... Los actos hablan por sí solos. También consiguió cinco 10's de Rumanía, Eslovenia, Chipre, Lituania y Serbia. Y con todo ello se convirtió en una de las ganadoras que revolucionó y modificó la trayectoria del festival junto a Poupée de cire Poupée de son, Waterloo o Diva.

Será una ardua tarea que salga un tema que le quite el trono a esta propuesta en la historia contemporánea del certamen y en mi propio top, porque una canción del estilo de ésta, que ha hecho historia en el mundo de la música llegando a sonar en China o la India, aparece una cada cincuenta años... Si hicieron falta que pasaran 38 entre Waterloo y Euphoria tendremos que esperar otros tantos para que en la década de los 50's (2050 - 2059) por poner una fecha al azar, Suecia que es la tercera factoría musical del mundo tras USA y UK, nos presente la tercera canción que reventará Eurovision cuando vaya a cumplir este sus 100 años de celebración.

Una vez terminada esta larga entrada que no podía ser menor dado que hablo de una de las estrellas más rutilantes del panorama eurovisivo actual, me despido con muchos eurobesos para todos y os espero mañana para ponernos mano a manos a destripar las 37 canciones que disfrutaremos y sufriremos este 2014.

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